Joaquin Ventura es el primero en implicarse para que la formación que imparte en INSERsport tenga éxito. Como resultado, ha conseguido que la mitad de los alumnos y alumnas que se presentaron al examen del título de árbitro territorial B de la Federación Catalana de Voleibol hayan aprobado después de un curso muy intenso de un mes y medio.
“De los seis jóvenes que acabaron el curso, tres han aprobado y dos han prometido volver a intentarlo”, explica Ventura, que ve en la implicación y la insistencia los puntales de un proyecto que cada año crece y que “garantiza el éxito si de verdad se quiere y se ha perseguido”. En este sentido, Ventura lamenta la apatía o falta de motivación de todos aquellos chicos y chicas que renunciaron a la formación, desaprovechando así “unas herramientas útiles de cara a su futuro”.
Una de ellas es la ventana rápida y viable que el curso ofrece al mercado laboral. Con todo, el propio sistema ya procura proteger a los jóvenes de cualquier riesgo derivado de la precipitación. “Comienzan haciendo de apuntadores de mesa. Es una buena forma de ir asumiendo responsabilidades sin el grado de exposición del árbitro principal”, explica Ventura. Una de las alumnas que ya ha ejercido de anotadora en hasta nueve ocasiones desde que aprobara el examen es Jorgina De Vega.
Llegada a INSERsport después de que una de las organizadoras del programa se lo recomendase a su madre, Jorgina ha conseguido su objetivo en poco más de un mes y medio. “Al principio estás nerviosa y puedes cometer errores, pero en seguida coges la mecánica y te sale todo”, explica ella sobre sus primeros pasos en el mundo del arbitraje. Como agradecimiento, Jorgina solo tiene buenas palabras para el proyecto de Acció Social de la UFEC: “lo volvería a cursar porque me ha brindado una formación y unos recursos muy útiles; además de un trabajo para afrontar mis pequeños gastos”.