Tres de los jóvenes que han hecho la formación de árbitro de fútbol sala ya tienen sus diplomas. La Federación Catalana de Fútbol Sala ha finalizado el curso, que ha durado tres meses, e hizo entrega de los certificados federativos el miércoles de esta semana.
Del grueso de 12 jóvenes que empezaron la formación, cuatro han obtenido el certificado. «A pesar de que no han aprobado todos, la experiencia ha sido muy provechosa para todo el mundo. Hemos hecho grupo y han hecho amistad, que es muy importante», explica Jordi Jiménez, profesor responsable de la formación. «Son personas excepcionales y se han integrado perfectamente. Entre ellos se han respetado a pesar de ser muy diferentes y de diferentes edades.», asegura. Jiménez reconoce que «al principio fue difícil, por el idioma, porque muchos ni hablaban el castellano. La clase fue complicada en un principio, pero hicimos muchas clases prácticas y deporte. Se lo pasaron muy bien».
El esfuerzo y la perseverancia ha tenido su recompensa. Ahora, los jóvenes que han aprobado ya forman parte de la Federación Catalana de Fútbol Sala como árbitros en activo. A partir de septiembre trabajarán con la federación cada fin de semana y tendrán un beneficio económico mensual.