Leti, Maite, Nono, Samuel, Cristian, Sergio, Nico, Annasir y Almuhannad ejemplificaron el pasado miércoles 8 de mayo la solidez y proyección de INSERsport aprobando el examen y el curso de arbitraje de fútbol sala que les abrirá puertas para trabajar de forma remunerada la próxima temporada. Después de un curso impartido por la Federación Catalana de Fútbol Sala desde el 25 de febrero, los nueve aspirantes han conseguido el objetivo con el que iniciaron la formación.
Un caso ilustrativo es el del Samuel Vargas, que llegó al proyecto después de que un profesor del curso de deportes que cursa le recomendara al verlo interesado en la tarea arbitral. «No sólo se trata de la inserción laboral, sino también del ambiente que hemos creado con compañeros, profesores y el equipo de psicólogos», observa Samuel. Él, como todos sus compañeros, ha visto en el curso de arbitraje una forma de autodemostrar de que los retos son alcanzables con esfuerzo y empuje.
Del mismo modo, Maite Cano, que llegó al proyecto social de la UFEC aconsejada por un miembro del personal de la Escuela de Oportunidades de Sant Adrià del Besòs, explica que «el mejor de la iniciativa ha sido emprender un viaje en comunidad y divertirse a través de una actividad tan sana y enriquecedora como el deporte «.
Un futuro mejor
Todos nueve han sido bajo el paraguas de José Manuel Vieitez, un recién llegado a la familia de INSERsport con una dilatada trayectoria en el mundo del arbitraje: fue Presidente de los Árbitros de la Federación Catalana de Fútbol durante catorce años. Vieitez ve una doble aplicabilidad a la licencia que los jóvenes han certificado: «no sólo han aprendido un oficio y han asumido competencias básicas como la gestión de las emociones y la motivación, sino que ahora también tendrán ocupadas unas tardes que no pasarán a la calle».