Mohamed llegó a INSERsport orientado por el local de La Fletxa de Premià, donde una asistenta le indicó que aquí podría cumplir su objetivo de ser árbitro de baloncesto. Amante de la canasta desde pequeño, Mohamed explica las razones que le motivaron a quedarse cuando parecía que el grupo se descomponía: “De los ocho jóvenes que empezamos, solo quedamos dos. Algunos lo dejaron por falta de tiempo y otros por falta de compromiso. Yo continué porque es un curso corto y dinámico que abre muchas puertas”.
Con todo, el principal obstáculo con el que se encontró antes de iniciar la formación vino de casa: “Mis padres me recomendaron que no me apuntara para no condicionar mis estudios de segundo de bachillerato”, afirma un Mohamed tenaz y comprometido con su voluntad por compaginar ambas actividades con éxito.
De hecho, esta capacidad organizativa y disciplinaria para moverse en dos frentes se la debe, en gran parte, a Laia y Marc, dos de los miembros del equipo de psicólogos: “Las competencias básicas que imparten incentivan la motivación, la seguridad y la confianza”. Estos elementos, integrados ya en su personalidad, devendrán claves en el siguiente paso de Mohamed: “Me gustaría conseguir la licencia y trabajar de juez de mesa, así podré pagarme la Universidad. Quiero estudiar algo relacionado con economía y matemáticas”.