La formación de futbol 11 de INSERsport ha finalizado esta semana
Eduardo Castillo solo lleva dos años impartiendo formaciones para el título de Monitor de Futbol de la Federació Catalana de Futbol, pero ya comienza a percibir la gratitud y el reconocimiento que su trabajo genera.
Recién aterrizado en INSERsport, este formador está encantado con la experiencia de trabajar con chicos en riesgo de exclusión social: “El grupo que me ha tocado es fantástico. Responden con atención a clases teóricas de entre tres y cuatro horas y con compromiso en las demostraciones prácticas”. Además, el técnico añade que adora la motivación de sus pupilos, ya que “si diseño una jugada, mueren por el gol que acabamos de trazar”.
Una de las claves de esta satisfacción profesional radica en el ambiente de fraternidad creado en el aula y la pista. Uno de sus artífices es Eric Luque, de 16 años, que tilda a los que le han acompañado en este camino de “buenos amigos”, ya que “una vez comienzas a abrirte con un colectivo, ya no puedes considerarlos compañeros sin más”.
La situación externa de cada uno de los miembros se ve también reflejada en el funcionamiento coral. “El entorno es clave cuando quieres apuntarte a una formación: que tus padres te pongan pegas no crea el mismo efecto de seguridad que cuando la aprueban”, recuerda Adrià López, de 18 años, que ha podido sumarse y destacarse en INSERsport gracias a valores paternos como el esfuerzo y el sacrificio.
Otros, como Mohamed Oulad, ponen la mira en la flexibilidad de un curso que “permite su compaginación con los estudios o un trabajo estable”. Para Mohamed, el éxito de la formación radica en su pragmatismo. “No solo supone una salida clara al mundo laboral, sino que también ayuda a extraer aprendizajes útiles, sobre todo de la hora de psicología de los jueves, que te permite trabajar la gestión emocional o la comunicación”, ha declarado el joven de 17 años, encantado con un proyecto que no para de crecer.