Aun contando con una larga trayectoria en la formación arbitral de futbol sala, éste es el primer curso que Josep González imparte para jóvenes en riesgo de exclusión social. Su estreno delante de un público desconocido hasta el momento le ha dejado sensaciones inéditas y le ha planteado retos interesantes. “Son chicos con un problema de motivación. A muchos les faltan las ganas, que son la base para aprender, y a menudo los tengo que convencer de que pueden hacer lo que se planteen”.

Según el propio Pep, el grupo reunido en esta edición es “muy heterogéneo”, porque, aun siendo mayoritariamente masculino (solo hay una chica), comprende una franja de edad que va desde los 16 a los 22 años y unos intereses radicalmente diversos en cuanto a sus preferencias entre estudiar y trabajar. “Más allá de las diferencias que veo entre ellos, tengo que destacar que el ambiente es muy bueno y que se ayudan cuando tienen un problema”, recuerda el formador.

“Yo ya les he hablado del reglamento, hemos hecho teoría y práctica sobre posicionamiento, actitud arbitral y responsabilidades del colegiado… ahora les toca a ellos demostrar que pueden hacerlo”, cierra Pep, orgulloso del trabajo hecho.